Juventud de Acción Popular
Juventudes de Acción Popular | ||
---|---|---|
Líder |
José María Valiente Soriano José María Pérez de Laborda | |
Fundación | 22 de febrero de 1932[1] | |
Disolución | 1937[a] | |
Posición | Extrema derecha[2] | |
País | España | |
| ||
Las Juventudes de Acción Popular[a] (JAP) fueron una organización juvenil española de ideología derechista, primero del partido Acción Popular (AP) y, posteriormente, de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA).[4] Sus miembros eran conocidos popularmente como los «Camisas verdes».[5]
Historia
La organización fue originalmente fundada en febrero de 1932 bajo el nombre de Juventudes de Acción Nacional (JAN),[3] como rama juvenil del partido Acción Nacional, que un año después fue renombrado como Acción Popular (AP); a partir de ese momento las juventudes adoptaron su nombre definitivo. En su manifiesto fundacional las JAP declaro la guerra al comunismo y a la masonería, «que al negar las tradiciones de España, niegan a España misma».[6]
Ese mismo año AP pasó a integrarse en la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), una coalición política de partidos que se creó para concurrir a las elecciones parlamentarias de 1933. Las juventudes se convirtieron así en la organización juvenil de la CEDA, destacando ya entonces por su papel en la movilización y la agitación. Los excelentes resultados de la CEDA en las elecciones de 1933 auparon a su líder, José María Gil-Robles, convirtiéndolo en el gran líder de la derecha y también del movimiento juvenil. El fundador de las JAP y primer líder fue José María Valiente Soriano,[7] que en una ocasión llegó a declarar que quería «forjar hombres nuevos, una juventud auténtica, alegre, optimista, española [...] no como esa otra, triste y áspera, avinagrada, atiborrada de novelas rusas e hija indigna de la anárquica generación del 98».[8] Después de que Valiente fuera expulsado de la CEDA y las JAP en 1934, fue reemplazado por José María Pérez de Laborda,[9] hasta entonces vicepresidente.[10]
El 22 de abril de 1934 organizaron un acto de concentración, su primera asamblea nacional, en las proximidades del Monasterio de El Escorial,[11] causando una gran sensación entre el público de la época. El acto, que congregó a alrededor de 20 000 asistentes, llegó a ser calificado por José Antonio Primo de Rivera como un «espectáculo fascista».[12][13] Por su parte Gil-Robles eligió a un conocido oficial de la Guardia Civil, Lisardo Doval, para que dirigiera el adiestramiento militar de los escuadrones de las JAP.[14]
Durante los años del llamado "Bieno conservador" las JAP provocaron numerosos disturbios y altercados en las calles, creando un ambiente que hiciera justificable la instauración de un régimen autoritario.[15] Por ejemplo, en los primeros meses de 1934 emprendieron una campaña de confrontaciones violentas contra miembros de la izquierda, en una acción que no se había visto desde la instauración de la Segunda República en 1931.[16] No obstante, hay que señalar que en el periodo de la II República las organizaciones juveniles se caracterizaron por su carácter violento. En este sentido, unas y otras organizaciones escapaban con frecuencia al control de sus respectivos partidos y con su actividad violenta contradecían abiertamente la actividad de estos en el Parlamento.[17] Emplearon el lema «España, una; España, justa; España, imperio».[18][19] Durante la campaña electoral de 1936 las JAP adoptaron lemas que se asemejaban al lenguaje empleado por Hitler y Mussolini.[20]
La derrota de la CEDA en las elecciones de febrero de 1936 dejó a la coalición de derechas inmersa una honda crisis. Muchos de sus jóvenes se vieron entonces defraudados por la política de Gil-Robles durante los años anteriores, al considerar que había desperdiciado la ocasión de hacerse con el poder. A lo largo de la primavera siguiente unos 15.000 miembros abandonaron las JAP y pasaron a integrar las filas de la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera.[21][22] El diputado conservador Ramón Serrano Suñer, a pesar de formar parte del grupo parlamentario de la CEDA, fue uno de los que animó a las juventudes cedistas a pasarse a las filas del partido fascista.[23] Paradójicamente, este movimiento de militantes llevó al reforzamiento de la Falange, que en las elecciones de febrero había cosechado un rotundo fracaso y que además se había visto muy debilitada por la acción policial contra sus locales o por las detenciones de militantes. Poco antes del comienzo de la Guerra civil las JAP todavía tenían en sus filas a unos 12 000 miembros.[24] Las JAP dejaron de existir efectivamente en abril de 1937, tras la introducción del Decreto de Unificación.
Características
Los miembros JAP llevaban una indumentaria compuesta por camisas verdes y empleaban un saludo que imitaba el saludo fascista al elevar el brazo hasta la mitad para arriba.[25] La ambigüedad del saludo casaba muy bien con la ambigüedad política e ideológica de la CEDA.[26]
Buena parte de sus miembros eran estudiantes, mientras que otros muchos procedían de los sectores obreros.[16] En los actos públicos, las juventudes mostraron una clara inclinación e influencia fascistas,[16] inspirados por los movimientos juveniles de la Alemania nazi y la Italia fascista.[27] Defendían el empleo de métodos autoritarios y en última instancia, la instauración de un estado corporativo.[28] Para Hugh Thomas constituían un «grupo excitado e impaciente de señoritos».[29]
Publicaciones
Durante su corta existencia las Juventudes de Acción Popular contaron varias órganos de expresión. Entre 1934 y 1936 se editó en Madrid una revista, JAP, que se publicó con carácter semanal;[30] constituyó la publicación más importante de entre todos los órganos de las Juventudes de Acción Popular. En otros puntos de la geografía española también se editaron publicaciones, con diferente duración e importancia. En Palma de Mallorca se editó entre 1935 y 1936 el semanario Acción, de escasa influencia.[31] En Ávila se editó entre 1933 y 1934 el órgano juvenil J.A.P., de publicación quincenal.[32] En Málaga capital las juventudes editaron el semanario Adelante.[33]
Véase también
Notas
Referencias
- ↑ Arbeloa, 2015, p. 107; González Calleja, 2011, p. 175.
- ↑ Quirosa-Cheyrouze, 1998, p. 13.
- ↑ a b Arbeloa, 2015, p. 102.
- ↑ Casanova, 2010, p. 70.
- ↑ Blaye, 1976, p. 27.
- ↑ Ferrer Benimelli, 1987, p. 121.
- ↑ Lowe, 2010, p. 6.
- ↑ Thomas, 1976, p. 135.
- ↑ Ruiz, 2014, p. 16.
- ↑ Báez Pérez de Tudela, 1994, p. 87.
- ↑ Lowe, 2010, p. 15.
- ↑ Preston, 1975, pp. 562-563.
- ↑ Lowe, 2010, p. 20.
- ↑ Preston, 2013, p. 122.
- ↑ Preston, 2006, p. 89.
- ↑ a b c Casanova, 2010, p. 111.
- ↑ Gil Pecharromán, 1996, p. 233.
- ↑ González Calleja, 2011.
- ↑ García Santos, 1980, p. 521.
- ↑ Bunk, 2007, p. 100.
- ↑ Beevor, 2005, p. 45.
- ↑ Graham, 2014, p. 32.
- ↑ Lowe, 2010, p. 221.
- ↑ Thomas, 2007, p. 141.
- ↑ Payne, 1961, p. 70.
- ↑ Payne, 1999, p. 46.
- ↑ Payne, 1999, p. 48.
- ↑ Bolloten, 1991, pp. 16-17.
- ↑ Thomas, 1976, p. 132.
- ↑ Checa Godoy, 1989, p. 336.
- ↑ Checa Godoy, 1989, p. 176.
- ↑ Checa Godoy, 1989, pp. 167, 336.
- ↑ Checa Godoy, 1989, p. 175.
Bibliografía
- Arbeloa, Víctor Manuel (2015). El quiebro del PSOE en 1933-1934. Del gobierno a la revolución I. Madrid: Asociación Cultural y Científica Iberoamericana.
- Báez Pérez de Tudela, José (1994). «Movilización juvenil y radicalización verbalista: La juventud de Acción Popular». Historia Contemporánea (Bilbao: Universidad del País Vasco) 11. ISSN 1130-2402.
- Beevor, Anthony (2005). The Battle for Spain.
- Blaye, Edouard de (1976). Franco and the Politics of Spain. Penguin Books.
- Bolloten, Burnett (1991). The Spanish Civil War: Revolution and Counterrevolution. University of North Carolina Press.
- Bunk, Brian D. (2007). Ghosts of Passion: Martyrdom, Gender, and the Origins of the Spanish Civil War. Duke University Press.
- Casanova, Julián (2010). The Spanish Republic and Civil War. Cambridge University Press.
- Checa Godoy, Antonio (1989). Prensa y partidos políticos durante la II República. Universidad de Salamanca. ISBN 84-7481-521-5.
- Ferrer Benimeli, José Antonio (1987). Masonería española contemporánea II. Madrid: Siglo XXI.
- García Santos, Juan F. (1980). Lexico y política de la Segunda República. Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca. ISBN 84-7481-113-9.
- Gil Pecharromán, Julio (1996). José Antonio. Retrato de un visionario. Madrid: Ediciones Temas de hoy.
- González Calleja, Eduardo (2011). Contrarrevolucionarios. Radicalización violenta de las derechas durante la Segunda República, 1931-1936. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-6455-2.
- Graham, Helen (2014). War and Its Shadow: Spain's Civil War in Europe's Long Twentieth Century.
- Lowe, Sid (2010). Catholicism, War and the Foundation of Francoism: The Juventud de Acción Popular in Spain, 1931-1939. Brighton, Portland y Toronto: Sussex Academic Press. ISBN 978-1-84519-373-7.
- Payne, Stanley G. (1961). Falange: a history of Spanish fascism. Stanford: Stanford University Press.
- —— (1999). Fascism in Spain, 1923–1977.
- Preston, Paul (1975). «Spain's October Revolution and the Rightist Grasp for Power». Journal of Contemporary History (en inglés) 10 (4): 555-578. ISSN 0022-0094.
- —— (2006). The Spanish Civil War: Reaction, Revolution & Revenge. HarperCollins.
- —— (2013) [2011]. El Holocausto Español. Odio y Exterminio en la Guerra Civil y después. Barcelona: Debolsillo.
- Quirosa-Cheyrouze, Rafael (1998). Católicos, monárquicos y fascistas en Almería durante la Segunda República. Almería: Instituto de Estudios Almerienses.
- Ruiz, Julius (2014). The 'Red Terror' and the Spanish Civil War.
- Thomas, Hugh (1976). Historia de la Guerra Civil Española. Barcelona: Círculo de Lectores. ISBN 84-226-0874-X.
- —— (2007). The Spanish Civil War. Phoenix editions.