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Glándula parotoide

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La glándula parotoide es la protuberancia de gran tamaño tras el ojo de este sapo del río Colorado (Incilius alvarius).

La glándula parotoide es una glándula externa de gran tamaño en los anfibios que se ubica tras el ojo, sobre el tímpano y en la región del hombro. Se encuentra en algunas especies de ranas y sapos, y salamandras; como, entre otros, en sapos de la familia Bufonidae, en ranas arbóreas de la familia Phyllomedusidae y en salamandras del género Ambystoma. La glándula parotoide produce una secreción lechosa tóxica, denominada secreción parotoidea, que protege al animal contra infecciones bacterianas y fúngicas.[1]​ También segregan sustancias venenosas que contienen toxinas (como por ejemplo la bufotoxina) que les ayudan a defenderse de sus depredadores.[2][3]​ La composición química de la secreción parotoidea es una mezcla compleja de esteroides como bufotoxinas y bufogeninas, alcaloides, aminas biogénicas, proteínas y péptidos. Siendo los esteroides, alcaloides, proteínas y péptidos, los principales responsables del efecto tóxico de su secreción.[4]​ Factores como la edad, el género, la dieta, la condición corporal, el índice de lluvia y el bioma local pueden afectar la composición y la toxicidad de la secreción parotoide en algunas especies.[5]

Los anfibios pueden contar con otra serie de glándulas que producen secreciones con el mismo fin, pero localizadas en otras partes del cuerpo como en la espalda, ingle o patas.[6]​ Debido a las diferencias morfológicas y funcionales entre las glándulas parotoides de los diferentes grupos, se ha sugerido que el uso de este término se debería limitar únicamente a las glándulas de los sapos bufónidos.[7]

Referencias

  1. Marani, M. M., Dourado, F. S., Quelemes, P. V., Araujo, A. R. de, Perfeito, M. L. G., Barbosa, E. A., Véras, L. M. C., Coelho, A. L. R., Andrade, E. B., Eaton, P., Longo, J. P. F., Azevedo, R. B., Delerue-Matos, C., & Leite, J. R. S. A. (2015). Characterization and Biological Activities of Ocellatin Peptides from the Skin Secretion of the Frog Leptodactylus pustulatus. Journal of Natural Products, 78(7), 1495-1504. https://doi.org/10.1021/np500907t
  2. Duellman, W.E. (2005). Cusco Amazónico: the lives of amphibians and reptiles in an Amazonian rainforest. Cornell University Press. ISBN 0-8014-3997-3. 
  3. Zug, G.R., Vitt L.J. & Caldwell J.P. (2001). Herpetology:An Introductory Biology of Amphibians and Reptiles. Academic Press. ISBN 0-12-782622-X. 
  4. Mariano, D. O. C., Messias, M. D. G., Spencer, P. J., & Pimenta, D. C. (2019). Protein identification from the parotoid macrogland secretion of Duttaphrynus melanostictus. Journal of Venomous Animals and Toxins including Tropical Diseases, 25. 1-12, https://doi.org/10.1590/1678-9199-jvatitd-2019-0029
  5. Kowalski, K., Marciniak, P., & Rychlik, L. (2020). Individual variation in cardiotoxicity of parotoid secretion of the common toad, Bufo bufo, depends on body size – first results. Zoology, 142, 125822. http://doi.org/10.1016/j.zool.2020.125822
  6. Toledo, R. D., & Jared, C. (1995). Cutaneous granular glands and amphibian venoms. Comparative Biochemistry and Physiology Part A: Physiology, 111(1), 1-29.
  7. Antoniazzi, M. M., Neves, P. R., Mailho‐Fontana, P. L., Rodrigues, M. T., & Jared, C. (2013). Morphology of the parotoid macroglands in Phyllomedusa leaf frogs. Journal of Zoology, 291(1), 42-50.