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Efebo

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Representación pictórica de un efebo en una vasija griega de figuras rojas, Museo Arqueológico de Palermo.

Efebo (del latín ephēbus, y este del griego ἔφηβος) es una palabra griega que significa adulto. En la Antigua Grecia solía aplicarse a los varones desde los 15 a los 18 años, aunque en Atenas eran los varones de 18 a 20 años, que eran instruidos en la efebía, una especie de servicio militar.[1]

La efebía ateniense

Historia

Efebo de la Gliptoteca de Múnich.

Aunque comúnmente significa adolescente, en la Antigua Atenas el uso estaba reservado para los miembros de la efebía, una institución que se dedicaba a formar a los futuros ciudadanos, entrenando a los efebos en ejercicios gimnásticos y en las artes de la guerra, a veces incluso en el campo de batalla.

Características

El joven se inscribía como postulante en la lista de su demo. A continuación, la asamblea de los demos se encargaba de verificar que el joven inscrito tuviera la edad requerida y que sus padres fueran ciudadanos de Atenas (según un decreto de Pericles de 451 a. C., era ciudadano todo hombre mayor de 20 años que tuviera un padre nacido de un ciudadano ateniense y una madre hija de ciudadano ateniense: πολίτης ). Seguidamente las tribus elegían a los sofronistas —diez en total, uno por cada tribu de Atenas—, que eran los encargados de ocuparse de los efebos. Después de haber reunido a los efebos debían separarlos en dos grupos: uno estaba destinado a Muniquia y otro a Actea, dos emplazamientos situados en El Pireo.[2]

El primer año estaba dedicado al adiestramiento en el uso de las armas bajo la instrucción del pedotriba (παιδοτρίϐης). Los efebos eran entrenados en las artes del combate como hoplitas y también aprendían a usar armas de asedio como la catapulta. Al finalizar la etapa, los efebos desfilaban ante la Asamblea, donde recibían en una solemne ceremonia el escudo y la lanza de los hoplitas para completar su uniforme compuesto además por la clámide, y prestaban juramento de fidelidad a Atenas.[3][2]

Durante el segundo año la instrucción de los efebos se llevaba a cabo en las guarniciones del Ática, donde realizaban duros trabajos, patrullaban la región y dormían al aire libre. Los jóvenes reclutas constituían una buena parte de las tropas atenienses. Al final del periodo los efebos se convertían en ciudadanos de pleno derecho.[2][3]

El edificio público donde los efebos se ejercitaban en actividades deportivas y que también era su centro de estudios era el gimnasio. La efebía, además de tener una función militar, tuvo un papel destacado al cultivar y difundir la cultura griega.[3]

Historia

Las características de esta institución se conocen mediante inscripciones antiguas y también por un pasaje de la Constitución de los atenienses, de Aristóteles.[2]​ Los primeros testimonios de la existencia de esta institución son de inscripciones de la segunda mitad del siglo IV a. C. Se ha sugerido la posibilidad de que la derrota sufrida en la Batalla de Queronea fuera el detonante de la fundación de la institución, aunque hay autores que estiman que la efebía probablemente ya existiera en la primera mitad del siglo V a. C.[4]

Los dos años de instrucción se redujeron a uno en el 282 a. C. A lo largo del siglo II a. C., tras el inicio del dominio de Roma, la institución de la efebía se transformó de manera que, aunque seguían tratándose aspectos militares, se incidía en la función de educar a los jóvenes en sus deberes como ciudadanos, en su labor en los ritos religiosos, en su preparación para las competiciones deportivas, así como en temas relacionados con la filosofía, la literatura y otros aspectos culturales. A partir del 118 a. C., se abrió la institución también a extranjeros procedentes de familias aristocráticas. La efebía siguió siendo una institución de gran prestigio al menos hasta el siglo II d. C. Se estima que su declive empezó en el siglo siguiente, mientras que en el ámbito romano creció en importancia una organización con fines similares a la efebía denominada collegia iuvenum.[3]

Arte

Efebo de Maratón.

En la antigua Grecia, un efebo es también un tipo de escultura retratando a un varón joven desnudo. Podemos observar el ejemplo de los kuroi.

Más tarde, en las pinturas del Renacimiento podemos hallar retratados modelos de varones bastante andróginos, siendo requeridos por los pintores de aquella época para inmortalizar sus inusuales dotes físicas en sus obras, en las que resaltan las de tema sagrado, como por ejemplo las pinturas representativas de Santos Católicos, entre ellos el apóstol Juan, discípulo amado de Jesús, a quien difícilmente se le diferencia de una mujer, e incluso en la obra maestra de Leonardo da Vinci llamada La última cena se le llega a confundir con María Magdalena.

Los arcángeles, como Miguel, Gabriel y Rafael entre otros, son muchas veces representados en las esculturas, pinturas, etc. como hombres corpulentos que irradian fuerza y respeto, pero con rostros de admirables rasgos femeninos con largos cabellos ensortijados, que inspiran ternura y dulzura, en marcado contraste con sus fornidos y viriles cuerpos de guerreros de Dios.

Desde la Antigua Grecia hasta hoy, los efebos y su figura han llevado un mensaje erótico implícito.

Esculturas de efebos

Efebos en la mitología

Referencias

  1. Caritón de Afrodisias/ Jenofonte de Efeso (1979). Quéreas y Calírroe/ Efesíacas. Fragmentos novelescos, p.235, nota 6 de Julia Mendoza, Madrid: Gredos, ISBN 978-84-249-3520-7.
  2. a b c d Aristóteles, Constitución de los atenienses, XLII.
  3. a b c d Alejandro Bancalari Molina, La efebía griega como arquetipo de los collegia iuvenum: estudio comparativo, pp. 11-15, en Universidad de Concepción: Revista de Historia (1996), vol. 1, no 6.
  4. Pierre Lévêque, Reseña de Histoire de l'éphébie attique, des origines à 31 avant J.-C., de Chrysis Pelékidis, en Revue des Études Grecques (1965), pp. 644-646.
  5. Higino: Fábulas (Fabulae), 271: Quiénes fueron efebos hermosísimos (Qui ephebi formosissimi fuerunt).

Enlaces externos