Purgatorio, canto sexto
El canto sesto del Purgatorio de Dante Alighieri se desarrolla en el Antepurgatorio, donde las almas de los negligentes (es decir de quienes descuidaron los deberes espirituales) esperan para comenzar su expiación. La acción se desarrolla la tarde del 10 de abril de 1300 (Pascua), o según otros comentadores del 27 de marzo del mismo año. El canto trata sobre política, una temática que también es el objeto de los cantos sexto del Infierno y el Paraíso. Una escena relevante consiste en el abrazo entre Virgilio y el poeta provenzal Sordello da Goito.
Temas y contenidos
- Multitud de almas y eficacia de las oraciones (veros 1 al 57)
- Abrazo de Sordello y Virgilio (vv. 58 al 75)
- Mensaje de Dante a Italia (vv. 76 al 151)
Síntesis
Multitud de almas y eficacia de las oraciones (versos 1 al 57)
Dante abre el canto comparándose con un ganador de zara, el juego de dados, que da una parte parte de su victoria a la multitud que lo libera para deshacerse de ella, pues él por su parte escucha las oraciones para alejar a sus almas. Luego pregunta a su maestro la función de los rezos por los difuntos, un tema que ya había sido afrontado por Virgilio en la Eneida, donde había afirmado que estas no tenían ningún efecto en el más allá. Sin embargo, en esta ocasió afirma que abrevian la duración de la pena de las almas. No refuta la tésis expresada en su poema, pues sólo tienen valor en uin mundo en el que se reconozca la existencia de Dios. En su entorno pagano, por el contrario, no tenían efecto al estar determinado el destino por el fatum y no por la Providencia.
Abrazo de Sordello y Virgilio (vv. 58-75)
Virgilio señala a Dante un alma solitaria que les dirige la mirada, la cual podrá indicarles el camni a seguir. Cuando se acercan, a Dante le llama la atención su aspecto digno y austero. Virgilio se acerca pidiendo indicaciones sobre el camnio, pero el alma responde preguntando quiénes son y de dónde vienen. La respuesta de Virgilio comienza "Mantua", y es suficiente para que el alma salga de su actitud de severa distancia. Se levanta exclamando que es su conciudadano. Sin saber aún quien es el otro, el alma de Sordello da Goito y la de Virgilio se abrazan.
Apostrofe di Dante all'Italia (vv. 76-151)
El inesperado abrazo entre Sordello y Virgilio, que se debe a la conciencia de saberse coterráneos, suscita en el poeta un enérgico y amargo discurso sobre la Italia de su tiempo (sierva definitiva, lugar de dolor, barco sin timonel, burdel): in essa dominano guerre e contese anche fra gli abitanti di una stessa città. Dante esorta l'Italia a cercare lungo le sue coste e poi nell'entroterra se vi sia qualche luogo in cui regni la pace. Eppure Justiniano aveva dotato l'Italia di leggi appropriate, ma nessuno esercita il giusto potere per farle applicare. Invece si appropriano abusivamente del poder temporal gli uomini di chiesa che non sanno guidare l'Italia, divenuta ormai un destriero ingovernabile. Manca l'autorità dell'imperatore, dato che Alberto I de Habsburgo y su padre Rodolfo, tutti presi dalle lotte politiche in Germania, hanno trascurato il giardino dell'impero.
Dopo aver invocato una giusta punizione sul loro successore Enrique de Luxemburgo, Dante con una violenta anafora invita l'imperatore a venire in Italia e a vedere città per città la devastazione portata dalle lotte civili. Giunge infine a interpellare Cristo stesso, chiedendogli se per caso il suo sguardo non sia rivolto altrove; o forse, aggiunge subito il poeta, in tutti questi mali è nascosto il seme di un futuro bene che però ancora non è comprensibile.
Dante conclude l'appassionata invettiva rivolgendosi direttamente a Firenze. Con sarcasmo presenta la sua città come se fosse immune da questi mali; in realtà in essa dominano la superficialità e l'irresponsabilità di cittadini che fanno a gara per avere cariche pubbliche senza capacità o preparazione. Firenze può vantarsi di superare Atene e Sparta, poiché fa leggi tanto sottili da durare a mala pena un mese. Il passato di Firenze caratterizzato da continua instabilità fa apparire la città simile ad un'ammalata che non riesce a trovare una posizione adatta al suo riposo. Quest'immagine di doloroso e costante movimento verrà poi ripresa da Alessandro Manzoni en los Los novios.
Análisis
Como se hizo en el Infierno y se hará en el Paraíso, el canto sexto del Purgatorio está dedicado al tema político. Mientras en el Infierno el autor dialoga con Ciacco sobre las divisiones de Florencia y las intenciones de Bonifacio VIII, en este reino las consideraciones consciernen a Italia en su conjunto, que se examina desde la relación entre el Imperio y la Iglesia, que son las máximas instituciones de su tiempo. En el Paraíso la polémica política sobre la actualidad cobra su significado universal, al enmarcarse en una perspectiva providencialista.
El eje del canto es la invectiva dirigida Italia, la más larga de la Comedia nelle sue venticinque tercetos. Dante es quien la pronuncia justo después del encuentro con Sordello da Goito, y en ella comara a Italia con un barco sin timonel (la misma comparación se ecneutra en De Monarchia y en las Epístolas) a un caballo sin jinete (citando el Convivio), pues el Emperador no le presta atención, concentrándose por completo en Alemania. El mal desempeño de la Iglesia es asimismo denunciado, subrayando su tendencia a interferir en las cosas terrenas y a descuidar las espirituales. en este contexto, Florencia es tomada como ejemplo de corrupción y pobreza moral.
Es relevante que la invectiva comience a mediados del canto, tras una gradual preparación por parte del autor. Desde la escena de los muertos de modo violento que piden que los recuerden en el mundo de los vivos, a la explicación doctrinal de Virgilio, a la representación de un misterioso y altivo personaje, el inesperado encuentro entre dos "conciudadanaos" separados por trece siglos de historia pero unidos por el nombre de su ciudad.
La invectiva contra Italia (y el Papa, el Epmperador, Florencia) debe su fuerza a la composición estética medianta varias figuras de estilo. Varias metáforas connotan a Italia, se presentan varias exclamaciones, y son notables las anaforas de los versos 106, 109, 112, 115 y 130, 133. También son frecuentes las personificaciones (Italia, Roma, Florencia) a las cuales se dirigen peticiones o exortaciones. Es evidente el uso de la ironía y del sarcasmo en los tercetos dirigidos a Florencia, ma il canto, con l'immagine dell'inferma che cerca invano di calmare le sue sofferenze, si chiude su una nota dolente.
Enlaces externos
- Litterator.it. Explicación detallada. (En italiano).
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