Manuel Andrés Casaus
Manuel Andres Casaus Periodista navarro nacido en Elizondo, residente en Donostia-San Sebastián desde 1914. Trabajó en la Redacción de "El Pueblo Vasco" hasta que fundó, en 1920, el vespertino "La Prensa", del que fue director. Fue un hombre de acción, decidido republicano durante la Dictadura de Primo de Rivera y amigo de Manuel Azaña. Se halló, en consecuencia, a la cabeza, de todas las conspiraciones antidictatoriales y estuvo, junto con el Dr. Pepe Bago, en la sublevación republicana de diciembre de 1930 en Donostia, como miembro de Izquierda Radical Antimperialista, asaltando el 15 el Gobierno Civil de la ciudad.
Se le designó durante la II República (1931-1936) gobernador civil de varias provincias y Director general de Seguridad. Cuando fue gobernador de Navarra (1932) derrochó diligencia y celo republicano para cortar de raíz las intentonas carlistas antirrepublicanas.
En la mañana del 9 de septiembre de 1934, cuando salía con José Manuel Aizpurúa y otros falangistas de la casa número 32 de la calle de Prim en San Sebastián los pistoleros socialistas asesinan por la espalda a Manuel Carrión, Jefe local de la Falange donostiarra. La venganza se demoró un día. Apareció muerto, abatido por las balas en la misma ciudad, el ex director general de Seguridad y fundador del Comité Nacional de Acción Republicana, Manuel Andrés Casaus, uno de los impulsores de la proclamación de la República en Éibar. Era un agitador que había participado en los sucesos de diciembre del 30, siendo detenido por el asesinato de un guardia de Asalto, se pedía para él la pena de muerte, la llegada de la Republica le salvó. El uno de marzo de 1933, Manuel Andrés Casaus fue nombrado director general de Seguridad en el Gobierno Azaña. Al tomar posesión llamó a su despacho a los once tenientes del tercer grupo de Asalto, les coaccionó para que públicamente desmintiesen a sus capitanes, se negaron, fueron arrestados y luego destituidos.
El primer presidente de la II República española, Niceto Alcalá Zamora, explicaba en sus memorias que muchas de las armas cortas utilizadas en la rebelión [octubre de 1934] procedían de regalos hechos a los socialistas cuando era responsable de la Dirección General de Seguridad un íntimo amigo de Prieto, Manuel Andrés Casaus... que fue asesinado el 10 de septiembre de 1934 por los fascistas en San Sebastián. Eran armas procedentes de cacheos, registros y decomisos de la policía". En referencia a las armas automáticas, Alcalá Zamora dice que se habían nutrido de Alemania en la época de la embajada de Araquistain y que fueron llevadas vía Bilbao con la protección de la fuerza pública a depósitos clandestinos de toda España. Para la revolución de Asturias las pistolas llegaron en buena parte de Francia y Bélgica o de las fábricas de Éibar a través de una impresionante red creada por la juventud socialista y el sindicato de transporte de la UGT. En la prensa de la Esquerra aparecían anuncios de empresas vascas anunciando armas cortas y largas “a buen precio y con facilidades de pago”.