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Posición depresiva

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La posición depresiva es un concepto kleiniano, que corresponde a ciertos aspectos de la vida mental, durante el segundo trimestre del primer año de vida del ser humano, en el cual predomina el temor a la pérdida del objeto amado.

Definición de posición

A lo largo de su obra, Melanie Klein habla de «posición femenina», «posición masculina», «posición heterosexual», «posición homosexual» o de «posición de la libido».[1]

En la teoría de Melanie Klein, posición reemplaza etapa, fase o estadio, como un concepto menos temporal y mucho más dinámico y espacial. La posición no se refiere simplemente a un estado evolutivo del desarrollo de la libido.

Una «posición» no alude solamente a una evolución psicosexual, sino que involucra toda la vida psíquica del sujeto y engloba una configuración muy particular definida por relaciones objetales, angustias específicas, fantasías inconscientes y efectos determinados como los desarrollos del Yo y el Superyo.

El concepto de posición concierne siempre a una relación objetal porque un objeto se define siempre en relación a los otros. La posición de un objeto está en relación con otros objetos.

No se trata de un concepto evolutivo o cronológico, como en el caso de fase, porque es un espacio virtual al cual es posible arribar, del cual se puede salir y al cual se puede volver. Una posición puede ser elaborada pero en cualquier momento de la vida se puede regresionar a una de las dos posiciones descriptas por Klein: la posición depresiva y la posición esquizo-paranoide.

La posición se refiere a la lucha permanente del Yo para elaborar sus angustias y el conflicto permanente entre el amor y el odio. La vida psíquica alterna entre posición esquizo-paranoide y posición depresiva.

Cada posición está definida por cuatro elementos:

  • Ansiedad predominante
  • Relación de objeto
  • Mecanismo de defensa
  • Fantasía incosciente

Ansiedades del bebé

Melanie Klein afirma que el niño, en sus primeros meses de vida, experimentado estados de ansiedad provocados tanto por causas internas como por causas externas, relacionados con estados de frustración (hambre, sueño, etc) e impulsos que le provocan miedo a la muerte, a la propia aniquilación y son causa de ansiedades persecutorias.[2]

El recién nacido no tiene consciencia de su madre como una persona, como un objeto total, sino que se relaciona exclusivamente con el pecho.

El bebé es amamantado y su vida depende del pecho de la madre. El niño lo siente como «pecho bueno» cuando lo gratifica y «pecho malo» cuando lo frustra. Estas experiencias gratificantes o frustrantes durante el proceso de alimentación son los estímulos para los impulsos libidinosos de amor o los agresivos de odio. El pecho bueno se convierte en el prototipo de los objetos gratificantes, beneficiosos y el pecho malo se convierte en el prototipo de los objetos frustrantes, persecutorios.[2]

La introyección del pecho bueno constituye el núcleo del yo. La introyección estable del objeto bueno es una precondición para el desarrollo normal.

Posición depresiva

Lo fundamental de cada posición es el tipo de ansiedad predominante. Durante el segundo trimestre del primer año de vida, predomina en el bebé la posición depresiva.[3]

En la posición depresiva la ansiedad predominante es el temor a la pérdida del objeto bueno, interno y externo, por los los ataques de los objetos malos y del Ello.[4]

  • Ansiedad predominante: depresiva
  • Relación de objeto: con el objeto total
  • Mecanismos de defensa: defensas maníacas: negación, triunfo y desprecio (idealización y control omnipotente).
  • Fantasía incosciente: temor a la pérdida del objeto amado.

Al comienzo, en la teoría kleiniana, la disociación formaba parte de la posición depresiva pero luego pasa a ser considerada como el mecanismo básico de la posición esquizo-paranoide.

La disociación del objeto externo e interno en la posición esquizo-paranoide había generado fantasías de un objeto bueno gratificante y un objeto malo frustrante.[5]

En la posición depresiva, al disminuir el sadismo del Superyo aparecen los sentimientos de culpa que están al servicio de la reparación, se complementan los impulsos de dar y de tomar por temor a los daños infligidos al objeto amado y al propio Yo, se restituye en la fantasía lo que se ha robado del interior del cuerpo de la madre, el deseo de incorporar cosas buenas de la madre para protegerse contra los objetos malos es estimulado y se incrementa el proceso introyectivo.[5]

Durante la posición depresiva se produce un proceso de síntesis del objeto que disminuye las ansiedades persecutorias, el Yo inhibe las pulsiones agresivas sentidas como peligrosas para el objeto amado, la madre, y adquiere mayor fuerza e integración. El bebé comienza a percibir a su madre como un objeto total, una persona, y no solamente como un pecho bueno gratificante y un pecho mal frustrante. El rasgo predominante en la posición depresiva es tanto la integración del objeto malo y el objeto bueno en uno solo, el objeto total como la integración del Yo.[3]

En la posición depresiva se hallan los puntos de fijación de la manía y la melancolía. La elaboración de la posición depresiva es lo que permite elaboraración de los duelos en la adultez.

Véase también

Referencias

  1. Elsa Del valle (1986). «Capítulo IX, 297/336». La obra de Melanie Klein, volumen I. ISBN 950-9129-10-0. 
  2. a b Mandolini Guardo, Ricardo G. (1965). «Las concepciones de Melanie Klein, pág.318/342». De Freud a Fromm: historia general del psicoanálisis. Buenos Aires, Ciordia. 733738383. 
  3. a b «Algunas conclusiones teóricas sobre la vida emocional del bebé (1952), pág. 70/101». Obras completas de Melanie Klein, volumen 3, Envidia y gratitud y otros trabajos. Buenos Aires, Paidós. 1987. ISBN 950-12-4903-4. 
  4. Elsa Del Valle (1986). «Capítulo I, pág. 17/68». La obra de Melanie Klein, volumen II. Buenos Aires, Lugar Editorial. ISBN 950-9129-11-9. 
  5. a b Elsa Del Valle (1986). «Capítulo VII, página 257/318». La obra de Melanie Klein, volumen II. Buenos Aires, Lugar Editorial. ISBN 950-9129-11-9. 

Bibliografía recomendada

Enlaces Externos