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Droga disociativa

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El hongo Amanita muscaria posee muscimol, sustancia disociativa.

Las drogas como el PCP (clorhidrato de fenciclidina, polvo de ángel) y la ketamina, inicialmente desarrolladas como anestésicos generales para cirugía, distorsionan las percepciones visuales y auditivas, y producen sentimientos de aislamiento o disociación del medio y del propio individuo. Por esta razón, el PCP y la ketamina se conocen como "anestésicos disociativos".

El dextrometorfano, un supresor de la tos ampliamente disponible, en dosis altas, puede producir efectos similares a aquellos del PCP y de la ketamina. Otro disociativo es el muscimol, presente en el hongo Amanita muscaria.

Las drogas disociativas actúan alterando la distribución del neurotransmisor glutamato a través del cerebro. El glutamato está involucrado en la percepción del dolor, las respuestas al ambiente, y la memoria. El PCP se considera la droga disociativa típica, y la descripción de los efectos y acciones del PCP que aparecen aquí también se aplican en gran medida a la ketamina y al dextrometorfano.

Efectos

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Los efectos de los disociativos pueden incluir disociación sensorial, alucinaciones, manía, catalepsia, analgesia y amnesia.[1][2][3]​ Este tipo de estado clínico ha sido designado como anestesia disociativa ya que el paciente parece verdaderamente disociado de su entorno.[4]​ Tanto Pender (1970) como Johnstone et al. (1959) informaron que los pacientes bajo anestesia debido a la ketamina o la fenciclidina estaban más propensos a movimientos sin propósito así como de tener alucinaciones (o "sueños")[5]​ durante y después de administrada la anestesia con estos fármacos. Algunos pacientes presentaron alucinaciones eufóricas, mientras que otros se encontraron en estados inquietantes.

En dosis subanestésicas, los disociativos alteran muchos de los mismos procesos cognitivos y de percepción afectados por otras drogas alucinógenas como la mescalina, el LSD y la psilocibina; de ahí que a menudo sean contrastados y también considerados alucinógenos.[6][7][8]​ Las diferencias subjetivas más significativas entre los disociativos y los alucinógenos clásicos (como el LSD y la mescalina ) suelen ser los efectos de desprendimiento, que incluyen: despersonalización, la sensación de ser irreal, el estar desconectado de sí mismo o incapaz de controlar las propias acciones; así como la desrealización, la sensación de que el mundo exterior es irreal o de que uno está soñando.[9]

Usos

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Uso médico

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Muchos disociativos, como la ketamina, se utilizan como anestésicos para cirugías o para aliviar el dolor en contextos médicos controlados como los hospitales. Sin embargo, debido a posibles reacciones psicotomiméticas, a veces se utilizan con reservas aún en instituciones de mayor alcance.[10][11]​ Ciertos disociativos de morfinano, como el dextrometorfano, también se usan en dosis subpsicoactivas para suprimir la tos.[12]

La ketamina también ha sido recientemente estudiada en el contexto de un posible antidepresivo de acción rápida.[13][14]​ También funciona como un posible tratamiento paliativo para el C-PTSD y el dolor crónico.[15]

Uso recreativo

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Algunas drogas disociativas se usan recreativamente. La ketamina y el óxido nitroso son drogas de club. La fenciclidina (PCP o polvo de ángel) está disponible como droga callejera. Algunos usuarios toman jarabes para la tos a base de dextrometorfano (a menudo etiquetados como DXM) en niveles superiores a los recomendados médicamente por sus efectos disociativos. Históricamente, el cloroformo y el éter dietílico se han utilizado con fines recreativos (al igual que el óxido nitroso, en las fiestas de gas de la risa).

Referencias

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  1. Pender, John W. (1970). «Dissociative Anesthesia». California Medicine 113 (5): 73. PMC 1501800. PMID 18730444. 
  2. Johnstone, M.; Evans, V.; Baigel, S. (1959). «Sernyl (C1-395) in Clinical Anaesthesia». British Journal of Anaesthesia 31 (10): 433-9. PMID 14407580. doi:10.1093/bja/31.10.433. 
  3. Oduntan, S. A.; Gool, R. Y. (1970). «Clinical trial of ketamine (ci-581): A preliminary report». Canadian Anaesthetists' Society Journal 17 (4): 411-6. PMID 5429682. doi:10.1007/BF03004705. 
  4. Pender, John W. (October 1972). «Dissociative Anesthesia». California Medicine 117 (4): 46-7. PMC 1518731. PMID 18730832. 
  5. Virtue, RW; Alanis, JM; Mori, M; Lafargue, RT; Vogel, JH; Metcalf, DR (1967). «An anaesthetic agent: 2-orthochlorophenyl, 2-methylamino cyclohexanone HCl (CI-581).». Anesthesiology 28 (5): 823-33. PMID 6035012. doi:10.1097/00000542-196709000-00008. 
  6. Mason, Oliver J.; Morgan, Celia J.M.; Stefanovic, Ana; Curran, H Valerie (2008). «The Psychotomimetic States Inventory (PSI): Measuring psychotic-type experiences from ketamine and cannabis». Schizophrenia Research 103 (1–3): 138-42. PMID 18387788. doi:10.1016/j.schres.2008.02.020. 
  7. Gouzoulis-Mayfrank, E.; Heekeren, K.; Neukirch, A.; Stoll, M.; Stock, C.; Obradovic, M.; Kovar, K.-A. (2005). «Psychological Effects of (S)-Ketamine and N,N-Dimethyltryptamine (DMT): A Double-Blind, Cross-Over Study in Healthy Volunteers». Pharmacopsychiatry 38 (6): 301-11. PMID 16342002. doi:10.1055/s-2005-916185. 
  8. Krupitsky, EM; Grinenko, AY (1997). «Ketamine psychedelic therapy (KPT): a review of the results of ten years of research.». Journal of Psychoactive Drugs 29 (2): 165-83. PMID 9250944. doi:10.1080/02791072.1997.10400185. Archivado desde el original el 19 de agosto de 2010. Consultado el 25 de octubre de 2010. 
  9. Vollenweider, F; Geyer, MA (2001). «A systems model of altered consciousness: integrating natural and drug-induced psychoses». Brain Research Bulletin 56 (5): 495-507. PMID 11750795. doi:10.1016/S0361-9230(01)00646-3. 
  10. Adams HA (December 1997). «[S-(+)-ketamine. Circulatory interactions during total intravenous anesthesia and analgesia-sedation]» [S-(+)-ketamine. Circulatory interactions during total intravenous anesthesia and analgesia-sedation]. Der Anaesthesist (en alemán) 46 (12): 1081-7. PMID 9451493. doi:10.1007/s001010050510. 
  11. Barrett W, Buxhoeveden M, Dhillon S (October 2020). «Ketamine: a versatile tool for anesthesia and analgesia». Current Opinion in Anesthesiology 33 (5): 633-638. PMID 32826629. doi:10.1097/ACO.0000000000000916. 
  12. Rossi, S, ed. (2013). Australian Medicines Handbook. Adelaide: The Australian Medicines Handbook Unit Trust. ISBN 978-0-9805790-9-3. [página requerida]
  13. Sanacora G, Frye MA, McDonald W, Mathew SJ, Turner MS, Schatzberg AF, Summergrad P, Nemeroff CB (April 2017). «A Consensus Statement on the Use of Ketamine in the Treatment of Mood Disorders». JAMA Psychiatry 74 (4): 399-405. PMID 28249076. doi:10.1001/jamapsychiatry.2017.0080. 
  14. Marcantoni WS, Akoumba BS, Wassef M, Mayrand J, Lai H, Richard-Devantoy S, Beauchamp S (December 2020). «A systematic review and meta-analysis of the efficacy of intravenous ketamine infusion for treatment resistant depression: January 2009 - January 2019». J Affect Disord 277: 831-841. PMID 33065824. doi:10.1016/j.jad.2020.09.007. 
  15. Duman, Ronald S. (24 de mayo de 2018). «Ketamine and rapid-acting antidepressants: a new era in the battle against depression and suicide». F1000Research 7: 659. PMC 5968361. PMID 29899972. doi:10.12688/f1000research.14344.1. 

Enlaces externos

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